Zaragoza visigoda

Moneda visigoda encontrada en Zaragoza

Los visigodos fueron reyes de Hispania después de la época romana de Zaragoza y antes de la fase de dominación musulmana. Durante los dos siglos y medio en los que los visigodos eran amos de Zaragoza la ciudad fue conocida con el nombre de Cesarocosta. 

No tenemos mucha información acerca de esa Cesarocosta visigótica. No obstante, dentro de esta oscuridad, hay algo de luz. En el siguiente artículo indagaremos en esa luz mostrando información relevante sobre lo que fue Cesarocosta.

El origen de los godos (siglo I – III d.C.)

En primer lugar, deberíamos preguntarnos acerca del origen de los que serían reyes de Hispania y señores de Zaragoza. ¿Cuál fue su tierra de partida?

Para responder a esta cuestión hay que tener en cuenta que los visigodos fueron una rama de un pueblo bárbaro germano conocido simplemente como «los godos». Según «De origine actibusque Getarum», obra escrita por el historiador bizantino Jordanes en el 541 d.C., la tierra de origen los godos fue Gotland (cuyo significado etimológico quiere decir «tierra de los godos»). Dicha isla actualmente forma parte de Suecia.

Desde Gotland migraron hacia el sur. Tácito en su obra Germania del año 98 d.C. informó que los godos estaban asentados en la rivera del Vístula en la actual Polonia. Según Jordanes y el registro arqueológico los godos se instalaron en el siglo II d.C. en torno al Mar Negro (en lo que hoy conocemos como Ucrania). 

Desde el Mar Negro comenzaron a saquear los Balcanes. El primer pillaje importante que cometieron los godos contra esa zona del Imperio se lo hicieron a la ciudad de Histria en el 238 d.C.

La tierra de origen de los visigodos
Gotland, lugar de partida de los godos

Los visigodos, aliados y enemigos de Roma (siglo IV – V d.C.)

Dada la ferocidad de los godos, los romanos entendieron en el siglo IV d.C. que era mejor tenerles como aliados en vez de combatirles. En consecuencia, muchos de los godos se fueron incorporando al ejército romano como “foederati” (aliados) y se asentaron en las zonas fronterizas del Imperio. Esos godos que se aliaron con Roma fueron conocidos como los visigodos. En cambio los que no pactaron con los romanos y permaneciendo por más tiempo en Ucrania pasaron a ser conocidos como ostrogodos.

La ambición frustrada de Alarico, uno de los caudillos visigodos que esperaba ascender a general del ejército romano, provocó que este  renunciará a su alianza con el Imperio. Tras haber roto dicha alianza los visigodos saquearon la mismísima ciudad de Roma en el 410 d.C.

Tras este histórico saqueo, los visigodos de Alarico ocuparon el sur de la Galia. Allá los visigodos se reconciliaron con los romanos mediante otro pacto. Gracias a ese pacto Roma daba visto bueno a que los visigodos se instalaran en esos territorios al sur de la Galia. A cambio los visigodos tuvieron que intervenir contra los suevos, vándalos y alanos, los cuales habían invadido Hispania en el 409 d.C., además de luchar con Roma contra los hunos de Atila en la Batalla de los Campos Cataláunicos del 451. 

Siendo rey de los visigodos Eurico (466- 484), estos bárbaros entendieron que dejaba ser conveniente mantener pactos con los ya muy decadentes romanos de occidente y decidieron hacerse con el control directo de Hispania. En el 472 d.C. conquistaron Cesaraugusta. Desde ese año fueron tomando control territorial progresivamente de Hispania. En el 507 d.C. tienen que abandonar la mayor parte de sus territorios en la Galia tras ser derrotados por los francos en la batalla de Vouillé.

Los visigodos saquean Roma
Los visigodos al mando de Alarico saquean Roma (410)
Romanos y visigodos contra hunos
Batalla de los Campos Catalaúnicos (451)

Morbo gótico y herejía en la Zaragoza visigoda (siglo VI d.C.)

La Hispania visigótica contó con una población estimada de entre  85 000 y 100 000 visigodos que ejercían de clase dominante sobre una población hispanorromana calculada en 6 millones de personas según el medievalista Julio Valdeón Baruque. En consecuencia, no es de extrañar que se produjeran desencuentros entre los recién llegados visigodos y la población local hispanorromana. 

Caudillos locales hispanorromanos se rebelaron contra los reyes visigóticos intentando crear un poder independiente en el valle del Ebro. Uno de dichos caudillos locales fue un tirano conocido como Burdunellvs. Según la «Crónica Caesaraugustuana», tras ser derrotado Burdunellvs por los visigodos en el 496 d.C. fue quemado vivo en un toro de Falaris por los visigodos. ¡Vaya muerte más horrible!

Otra rebelión hispanorromana en el valle del Ebro contra los visigodos aconteció en el 506 d.C.  Fue acaudillada por un tal Pedro. Tras el fracaso de esa insurrección la cabeza de Pedro fue exhibida en Zaragoza. De este modo los habitantes del núcleo poblacional más importante de la zona entendieron lo que no había que hacer. 

Y es que hay que tener en cuenta que la población hispanorromana local no renunció a su cultura. En una fecha tan tardía como el 504 d.C. incluso se celebraron juegos circenses en la Zaragoza visigótica.

En un toro de Faralis fue asesinado Burdunellvs, tirano de la Zaragoza visigoda.
En un toro como este fue ejecutado Burdunellvs

Los visigodos y los hispanorromanos además no compartían los mismos dogmas cristianos. Si bien ambas poblaciones eran cristianas, los hispanorromanos eran católicos y los visigodos eran cristianos arrianos.

De esta diferencia intentaron aprovecharse los francos que siendo católicos ganaron apoyos en la población hispanorromana local y asediaron Zaragoza en el 546 d.C. No obstante, la ciudad no llegó a ser tomada gracias a un acuerdo al que llegaron los zaragozanos de la época con los francos. Los francos levantarían el asedio de Zaragoza a cambio una reliquia, la estola de San Vicente Mártir. En París, de hecho, los francos construirían la basílica de Saint Germain des Prés para el culto de dicha reliquia.

En el 587 d.C. el rey de los visigodos Recaredo se convirtió al cristianismo católico. A él le seguiría el resto de la aristocracia visigoda logrando de este modo aliviar tensiones con la población hispanorromana.

En Zaragoza incluso se celebró un concilio en el 591 d.C. en el que definió los pasos para integrar al antiguo clero arriano en el catolicismo.

Los visigodos abandonan el arrianismo
La conversión de Recaredo
San Braulio a la derecha. Sabio de la Zaragoza visigoda.
San Braulio y San Isidoro

La Zaragoza visigoda de San Braulio (siglo VII d.C.) 

En esta siglo vive San Braulio en Zaragoza. San Braulio fue obispo de Cesarocosta del 631 al 651. Gran amigo de otro erudito de la época, el obispo San Isidoro de Sevilla, intercambió cartas con él y dichas cartas afortunadamente las conservamos sirviendo como fuente para entender la cultura de una época de la cual no nos ha llegado muchos otros documentos escritos.

San Braulio fue muy influyente en los concilios celebrados en Toledo, capital de la Hispania visigoda. En dichos concilios intervino para evitar la conversión al cristianismo por la fuerza de los judíos. San Braulio defendía que debían ser convertidos mediante una predicación pacífica.

Además San Braulio colaboró en la redacción del Liber Iudiciorvm. Este fue un código de leyes promulgado por el rey visigodo Recesvinto en el que entre otras disposiciones legalizaba los matrimonios entre hispanorromanos y visigodos.

Actualmente San Braulio es el santo patrón de la universidad de Zaragoza.

En esta época funcionó a pleno rendimiento el monasterio de Santa Engracia, monasterio que se ubicaba a su vez sobre la Iglesia de las Santas Masas, donde descansaban los Innumerables Mártires Cristianos de Zaragoza. Gracias a la actividad copista de los monjes en este monasterio se pudo crear una biblioteca en Zaragoza preservando cultura e información que de otro modo hubiera quedado relegada al olvido.

La Zaragoza del siglo VII d.C. sufrió dos asedios. El primero sucedió en el 631 d.C. en el contexto de la rebelión de Sisenando, el cual arrebató el trono al anterior rey Suintila. El otro asedio fue en el 653 d.C, cuando el noble Froya se rebeló contra el rey Recesvinto con la intención fracasada de arrebatarle el trono. 

La conquista musulmana de la Zaragoza visigoda (714 d.C.)

En el 711 d.C. Tárik ibnu Ziyad, siendo gobernador de Tanger, cruzó el estrecho de Gibraltar acompañado de 7.000 hombres (algunas fuentes hablan de más).

En aquel momento la aristocracia visigoda se hallaba dividida. Por un lado existía una facción de esa aristocracia leal al rey Rodrigo y por otro lado había otro bando que habiendo apoyado al anterior rey, el rey Witiza, preferían que el monarca fuera uno de los hijos de este. En tal contexto de división el rey Rodrigo lucha contra Tárik en la batalla de Guadalete del 711 d.C. Durante la batalla la facción que apoyaba a la familia de Witiza, habiéndose posicionado anteriormente en los flancos del ejército visigodo, deserta dejando en bandeja al ejército musulmán la victoria.

Conquista islámica de la península ibérica
Batalla de Guadalete del 711

Como consecuencia de esta victoria Musa ibn Nusair, el gobernador musulmán de Ifriquiya (Magreb), decidió subirse al carro de la victoria participando en la conquista islámica de la península con 18.000 hombres. Los musulmanes con este refuerzo avanzarán rápido hacia el norte de la península.

Zaragoza fue tomada en el 714 d.C. Esta ciudad, como toda la zona del Valle del Ebro, pactó la sumisión con los musulmanes. La élite local conservó en la mayoría de los casos su estatus a cambio de convertirse al Islam. Tal fue el caso del clan Casio, familia poderosa hispanorromana que había conseguido prosperar en época visigótica. Durante época islámica los Casio serán conocidos como los Banu Qasi y Cesarocosta pasará a llamarse Saraqusta.

Bibliografía
– J. (2019). Getica: The Origin and Deeds of the Goths. Lulu.com.
– Díaz Villanueva, Fernando. (2009) Los godos y otros bárbaros del norte
– Collins, Roger. Visigothic Spain, 409-711. Oxford: Blackwell Publishing, 2004
– Lynch, Charles Henry; Galindo Romeo, Pascual (1950). San Braulio obispo de Zaragoza (631-651) su vida y sus obras
– Collins, Roger: La conquista árabe. 710-797.